El primer encuentro interdisciplinario del IUNA fué impulsado por un grupo de concejeros superiores estudiantiles, con el apoyo del concejo superior y el rectorado. Es un festival institucional cuyas obras han sido aprobadas por jurados seleccionados por estos concejeros impulsores. La temática planteada es "La dinámica de la sociedad actual: Movimiento, Ruptura y Arte".
La iniciativa de un festival que busca unir las disciplinas del IUNA en un mismo espacio, fomentar el establecimiento de relaciones entre nosotros, estudiantes, artistas y entre los estudiantes y nuestros espectadores, es absolutamente saludable e irreprochable.
Nuestra crítica y cuestionamiento al PEI no tiene que ver con ese espíritu que antes planteamos (el cual comprendemos y celebramos). Si no con que el festival no plantea ni reconoce la situación actual que atraviesa el IUNA, la ignora y oculta, manifestando de esta forma una línea clara frente a nuestras problemáticas como institución.
Consideramos que un festival que muestra las producciones de los estudiantes y docentes del IUNA debe, necesariamente, dar testimonio de las condiciones en las que se produce y las condiciones en que estudiamos y trabajamos en nuestra universidad. Si no lo hace, lo esconde.
El IUNA atraviesa una crisis estructural, la cual se ha intensificado gracias a la asfixia presupuestaria y la adaptación de las distintas gestiones a esta política educativa de los gobiernos nacionales desde 1996 a la fecha. Actualmente contamos sólo con el 30% de nuestros docentes concursados, una ínfima cantidad de egresados, casi sin cátedras paralelas y con ingresos restrictivos que dejan afuera a miles de aspirantes por año. El déficit edilicio fué evidente desde la creación del IUNA y se incrementa cada año.
Los estudiantes que estamos luchando para cambiar esta situación hemos llevado a cabo una serie de medidas que ya lograron dos alquileres y una compra que suman 11.000 m2 aprox. Un 30% más de espacio de aulas. Esto es irrefutable y demuestra que el camino para mejorar las condiciones de estudio y producción artística de nuestra universidad es la organización y la lucha; no la adaptación a la miseria presupuestaria escondida bajo el paño de la institucionalidad.
Por lo tanto, un festival así debe ser libre e independiente de las autoridades. El PEI es un festival llevado adelante por concejeros que actuaron consecuentemente contra la lucha y en favor de la gestión. Esto demuestra que hay un direccionamiento ideológico que se reconoce en la censura de obras y en los jurados afectados al festival.
Nosotros no estamos en contra de un encuentro interdisciplinario del IUNA, al contrario, reconocemos felizmente la participación de todos los estudiantes que honestamente quieren mostrar sus obras. Pero debemos intervenir en contra del ocultamiento de la crisis del IUNA, de la educación y del arte, para que estos mismos compañeros se unan a la lucha por cambiar esta situación y por la realización de festivales libres, independientes y realmente críticos de la realidad en la que vivimos.
No vinimos a romper el encuentro, vinimos a ver a nuestros compañeros y a mostrar a nuestra comunidad lo que se quiere ocultar: el IUNA tiene serios problemas y es nuestro deber como estudiantes ser partícipes activos en la búsqueda de soluciones. Participar, comprometerse y accionar.
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